viernes, 26 de julio de 2013

Chinchetas

Música para el poema (empezar a leer a partir del segundo 42)

La música taladra mis oídos
como la explosión 
de un universo de chinchetas.

Y mientras, la vida pasa en otra parte.
En la cuna de tu prima,
o en la historia de mi abuelo.
Como una antorcha de recuerdos
aparecen, se van, aparecen, se van...
¿Volverán?

Y la ingravidez se apodera de mi estómago
e igual de mi corazón
maloliente y parapléjico
que necesita de su marcapasos
como el dios
necesita del creyente.

Bajo esta lluvia de chinchetas
en la que todavía me hallo
mientras escribo este ¿poema?,
pienso en lo infinito de la vida
y del zumo de frutas.

Todo mezclado en mis sesos,
como un turrón de gelatina metafísica,
como una camisa hawaiana en el alma.

Curiosa enfermedad padezco, supongo.

Y aquí sigo,
igual que antes.
Con un poema más
en mi registro de obra destinadas a olvidarse,
pero completamente
igual que antes.

2 de junio de 2013, Madrid
Samuel S.

lunes, 22 de julio de 2013

Seré... contigo

Será que ya no pienso en cosas bonitas.

Será que no pienso en una luna sonriente,
en un mono juguetón,
en una nube bien blanca,
en un helado interminable,
en una vaca lechera
negra y blanca y risueña.

Será que ya no sueño con un columpio
que no pare nunca,
con el caramelo más dulce
que haya existido jamás,
con el chicle
más largo del mundo,
con el billete dorado
dentro de la chocolatina.

Será que estoy creciendo,
que los coloretes de antes ahora son barba;
la voz angelical, ya no lo es tanto;
mi gracioso remolino es uno más;
mi dulce inocencia, algo menos;
mis cientos de peluches, recuerdos del pleistoceno.

Será que estoy creciendo,
perdiendo la hermosura de lo vulnerable.

- - -

A uno le queda por vivir
no lo que le viene impuesto por el diablo Cronos,
sino lo que se autoimpone.

Viviré mil aventuras
y cientos de extraños misterios.
Seré un ladrón
y un náufrago.
Policía
y urbanita.
Trovador
y capitán.
Gran rey
y un simple cabo.

Todo eso seré
si quiero.

Pero no puedo hacerlo solo.
Te necesito
para que crezcas conmigo
y me recuerdes
cada poco tiempo
que crecer
no es más
que alejarse del principio
y nunca acercarse al final.

18 de julio de 2013, Madrid
Samuel S.

jueves, 18 de julio de 2013

Será que temo morir

Me pierdo en el tiempo
porque ya no me busca.
No atrae mis deseos y
me pierdo en el tiempo.

Me pierdo en el tiempo
porque ya no se asusta
de verme tan lejos
y ver que no siento.

Me pierdo en el tiempo
porque no se pregunta
qué hacer con mi vida
y avivar mis alientos.

Me pierdo en el tiempo
porque ya ni se inmuta.
Cuando pasa a mi lado
ni saluda, el siniestro.

Ya no se preocupa por mis miedos,
ni por aquel dolor de tripa
que me ató a la cama durante cientos
de días, y noches, e historias.
Aunque si, por algo, pregunta, yo miento:
Todo bien gracias, ¿y usted?
¿Sigue pasando tan lento
por la vida, tan sobrado?
Será que no teme morir, presiento.

17 de julio de 2013, Madrid
Samuel S.

miércoles, 17 de julio de 2013

Tonterías

Estoy harto de pedir
que no me hagan caso
cuando digo
tonterías,
cuando esas
tonterías
valen para mí
veintemil palabras
serias.

Así que, hazme caso
cuando diga
tonterías
e ignórame
cuando diga
todo lo demás.

Ya que, habrá
poco de mí
—o nada—
en lo restante
de las palabras
tontas.


25 de junio de 2013, Madrid.
Olivia D.

domingo, 14 de julio de 2013

Espíritu libre

Soy un espíritu libre
encerrado en un incesante encuentro social.

Soy un espíritu libre, sí,
pero te quiero.
Y me preocupo por la calidad de tu alma
y por el número de cerezas que comes
(luego te puede doler la tripa).

Soy un espíritu libre
un poco acojonado.
Un Clint Eastwood
rodeado de rascacielos.

Me refiero,
amigos míos,
a que en caso de que os pique la nariz
con la misma insoportable intensidad que a mí,
siempre rascaré
la mía primero.

16 de junio de 2013, Madrid
Samuel S.

La camisa hawaiana

Esto es, en principio, un blog de poesía de unos nuevos poetas creados a partir de la nada (como todo, al fin y al cabo). Sin pretensiones. Nos gusta escribir, y escribimos. Si le gusta leer, le animamos a leernos.

¿Por qué la camisa hawaiana? Porque es algo casi anti-metafísico. Si la inmortalidad del alma fuese el tope en la escala de lo abstracto, la camisa hawaiana podría ser el otro extremo. Y en esta vida, los extremos se tocan, o eso dicen.

Adelante, entre, está usted en su casa.